viernes, 21 de febrero de 2014

Unas tablas muy escondidas....

Tras este retablo se encontró el nicho con las tablas
En el año de 1999, mientras se desmontaba un pequeño retablo de la Capilla de la Asunción de nuestra Catedral, para su restauración, nada hacía sospechar que tras el,apareciera un nicho  de arco rebajado donde se hallaban las tablas del que fuera el retablo primitivo de dicha capilla. Se trataba de cinco tablas de las cuales sólo dos se han podido salvar, las demás prácticamente eran una ruina.                                                             

Nos encontramos ante las pinturas más antiguas de la Catedral pacense,probablemente obras de algún pintor pacense del siglo XVI, cuya composición entra  dentro de la tematica  general de la época que se hacía en el territorio bajoextremeño, pués fué durante el siglo XVI  cuando se desperto una ola de fervor por la figura de la Virgen María.

Como dijimos, sólo dos son las tablas que se han salvado y podemos admirar en el museo de la Catedral 
después de su restauración.
La Anunciación

Se trata de La Anunciación; en donde un ingenuo angel le da la buenanueva a María, pintura que se presenta íntegra, es la única que se conserva  entera.
y El abrazo ante la puerta dorada de Santa Ana y San Joaquín, progenitores de la Virgen
¡Es uno de mis cuadros preferidos!
Se trata de una escena de la vida legendaria de Santa Ana.
Sacada de uno de los evangelios apócrifos. Relata el encuentro milagroso de   Ana, con 
Joaquín  en la puerta de oro de Jerusalén. 
Lo que se escenifica en esta obra no es solo su encuentro, si no sus desposorios, simbolizados en la unión de sus manos,junto con la maternidad de Santa Ana, patente en el vientre que de forma  insinuante es acariciado con delicadeza por San Joaquín.

Para nuestra desgracia se ha perdido parte de la pintura , pero lo que se ha conseguido conservar es tan hermoso, que merece la pena darse una vueltecita por el museo de la Catedral y admirar este bello cuadro de cerca. Aqui os lo dejo, para que os deleiteis un rato.
¡Buen fin de semana para todos!


El abrazo ante la puerta dorada.




jueves, 13 de febrero de 2014

Don Lorenzo Suarez de Figueroa

Son los fríos muros del claustro de nuestra catedral, los que exhiben verticalmente la lauda sepulcral de una figura masculina, que de pie se presenta altanera frente al visitante que la observa.
Preciada obra, del primer Renacimiento italiano, traída a nuestra catedral por orden de nuestro protagonista
como lápida para el sepulcro que se había mandado construir en su capilla privada de la citada catedral.
¿Quien fué este personaje, del que aún no sabemos si su cuerpo llegó a reposar en la capilla que para él se construyó, o sigue enterrado en Italia ?
Muchas son las incógnitas que durante mucho tiempo han estado abiertas sobre este personaje, debido a la duplicidad de nombres en su arbol geanológico, pero los estudios de Don Francisco Tejada, han esclarecido totalmente su identidad.
Lauda Sepulcral (S.XVI)Fué Don Lorenzo, embajador de los Reyes Católicos en Roma  y Venecia. Hermano del segundo Conde de Feria y tío del escritor Garcilaso de la Vega, cuyo padre, fué hermano de don Lorenzo, quien adoptó los apellidos de la rama materna.
Casado con doña Isabel de Aguilar, dama de apellido ilustre que fundó en Badajoz el convento de San Onofre, situado en la calle Menacho, junto al de las monjas clarisas, y tristemente desaparecido durante los años 70 para dar apertura a la calle Mayor.
Personaje de gran influencia en la corte del Papa Alejandro VI, junto a su hermano don Garcí Laso de la Vega(padre del escritor),  fué también sobrino del Marqués de Santillana, y primo hermano de Jorje Manrique.
Parece ser que fué envenenado al poco tiempo de su llegada como embajador a Venecia, para ocupar el puesto de su hermano don Garcí, fué en ese momento cuando mandó elaborar su lápida.
Previamente había mandado construir una capilla en la nave del evangelio de la catedral, dedicada a nuestra Señora, para ser enterrado allí, pero no quiso el destino que muriera en su patria a pesar de que así se lo había pedido al  Rey, este permiso llegaría al momento de haber muerto, demasiado tarde.
Había pasado casi toda su vida fuera de España.
De su matrimonio con doña Isabel, no tuvo hijos, al menos no existen documentos, pero si tuvo dos hijos naturales, una hija, y un hijo.
Su hija, dona Leonor Laso de la Vega y Figueroa, fué la fundadora y Abadesa del monasterio de Santa Ana de nuestra ciudad.
Falleció don Lorenzo, el día seis de Marzo del año 1506, momentos después le llegaría el permiso concedido por el Rey para que pudiera volver a su tierra.
Nota: la información  está sacada, de los estudios de don Francisco Tejada Vizuete, publicada en la revista de teología y humanidades de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz.

jueves, 6 de febrero de 2014

Las Candelas

Como todos sabeis , el pasado día 2 de Febrero se celebraron las Candelas, manifestación cultural de caracter religioso, que al desvirtuarse ha pasado a significar un recuerdo del inicio del carnaval.
No fué así en sus principios, y como la historia de su origen me parece preciosa y de necesaria comprensión, pensé en contarla, como siempre, como todas las historias que nos gustan , como todas las historias que nos hacen aprender..., para saber de donde venimos, a donde vamos...
Con estas fiestas la Iglesia católica conmemora la Purificación de la Virgen y la presentación del niño en el templo.
Su origen es judío, según la Ley de  Moisés la madre que había dado a luz a un hijo era considerada impura y dependiendo de si el hijo era varón o hembra se le excluía del templo entre cuarenta u ochenta días.
Al cumplirse este tiempo, la madre debía traer al templo un cordero para el sacrificio y un pichón de paloma o tórtola, por el pecado.Si no podía ofrecer el cordero, podía ofrecer dos tórtolas o dos pichones, el sacerdote oraba por ella y quedaba limpia.
María cumplió con el precepto cuarenta días después de haber dado a luz e hizo la presentación de su hijo al Señor, presentación también obligatoria pués según la misma ley todos los primogénitos debían ser destinados al culto de Dios, pero podían quedar exentos mediante el pago de un impuesto, en su caso cinco, siclos.
Dice San Lucas que san José compraría un par de palomas o tórtolas..
Comenzaron a celebrarse estas fiestas en el siglo IV el 14 de Febrero, pero al final de este siglo al introducirse la fiesta de la Natividad, el día 25 de Diciembre se  pasó al 2 de Febrero (cuarenta dias después del nacimiento).
.Su nombre proviene de la procesión que se celebraba después de la ceremonia, en la que se portaban candelas encendidas (velas de cera de abeja).
No se sabe con certeza cuando se iniciaron estas procesiones pero ya en el siglo X se celebraban con solemnidad.
Después de la procesión, los cirios se llevaban a las casas para encenderse cuando hubiera necesidad de una oración especial.
La procesión representaba la entrada de Cristo, que es la Luz del Mundo al Templo de Jerusalem.